Los Fabulosos Cadillacs Los Fabulosos Cadillacs

Somos

  • Vicentico Voz
  • Sr.Flavio Bajo
  • Sergio Rotman Saxofón
  • Dany Lozano Trompeta
  • Nando Ricciardi Batería
  • Mario Siperman Teclados
  • Astor Cianciarulo Bajo y Batería
  • Florian Guitarra

Biografía

A lo largo de 38 años de una carrera que no se detiene, el grupo Los Fabulosos Cadillacs es una referencia ineludible en toda Latinoamérica. Fueron innovadores, exitosos, creativos y una influencia clave para infinidad de artistas. Pioneros y creadores de enorme originalidad.

Disco a disco, propulsados por su curiosidad, gambetearon cualquier casillero donde los querían clasificar. Pasaron del ska y el reggae al rock, el rap y la salsa, hasta convertir a todo ese caldo musical en nada menos que el llamado “rock latino”. Son la sumatoria de todos esos estilos, o incluso un total mayor a la suma de las partes.

Tal vez la descripción más exacta de Los Fabulosos Cadillacs sea justamente su renovación constante y su acto reflejo de esquivar las etiquetas. En un país donde muy pocas bandas tienen una trayectoria tan larga, ellos han tenido continuidad a pesar de algunos cambios de integrantes, crisis internas y los vaivenes económicos del país, que llevaron a muchos conjuntos a un callejón sin salida. Tuvieron un parate de siete largos años, pero desde el 2008 retomaron la actividad, también con recesos ocasionales, sin prisa pero sin pausa. Su estado actual es una madurez que les permite estar en paz con su pasado, del cual no reniegan y que celebran en cada show.

En 2023, de hecho, se cumplen 30 años de su mayor hit, el poderoso “Matador” que los convirtió en número uno en todo el continente, y cuyo aniversario piensan celebrar con alegría y orgullo.

La primera década

El título de su álbum debut, “Bares y fondas”, era una referencia directa al circuito de lugares que durante las noches recorrían como un grupo de amigos que mucho antes de su primer show le decían a todos que tenían una banda. Vestían como “rude boys” del ska y parecían salidos de un video de Madness o The Specials. El mito se hizo realidad cuando en 1987 llenaron tres funciones en el Teatro Astros y llegaron al primer Disco de Oro.

La primera explosión del boom Cadillacs llegó pocos meses después, con la edición de “Yo te avisé!”, su segundo LP, con producción de Andrés Calamaro y hits como “Mi novia se cayó en un pozo ciego”, “El genio del dub” y “Yo no me sentaría en tu mesa”. Ya hacían dos y hasta tres shows por noche durante los fines de semana.

Luego, en un ascenso que parecía imparable, la grabación de “El ritmo mundial” mostró que su apertura musical podía ir más allá del ska y el reggae: invitaron a Celia Cruz para cantar (“Vasos vacíos”) e hicieron un cover de The Clash (“Revolution rock”).

En 1989 lanzaron “El satánico Dr. Cadillac”. Luciano Giugno, percusionista se mudó a Estados Unidos y dejó la banda. Dos años más tarde editaban “Volúmen 5”, incluyendo el histórico hit y plato fuerte de los recitales: “Demasiada presión”.

1992 fue un año clave en la historia de los Cadillacs. Haciendo base en Los Ángeles, brindaron conciertos por Estados Unidos y México mientras que grababan “El León”, producido por KC Porter, donde su mezcla de estilos musicales comenzó a mostrar un renovado impacto y contundencia. Naco Goldfinger ya no formaba parte de la formación y se incorporaban Toto Rotblat y Fernando Albareda, además de invitar a Gustavo Santaolalla, el Flaco Jiménez y Paulinho da Costa. La prensa especializada se sorprendió de su madurez y llovieron elogios.

Durante esa época, solían compartir escena con Mano Negra, Paralamas y Titás. Sin haberlo planeado, con la banda de Manu Chao y los mexicanos de Maldita Vecindad conformaron un nuevo frente de música latina, compartiendo una búsqueda similar.

“El León” preparó el camino para insertarlos en el mundo latino y llegar al boom continental con un compilado llamado “Vasos vacíos” que traía flamantes versiones de temas viejos, algún inédito y dos temas nuevos, entre ellos “Matador”. Vendieron más de 300 mil copias y el videoclip obtuvo un premio MTV. Volvieron a llenar el estadio Obras, de donde surgiría un disco en vivo.

Además, en 1994 grabaron en Miami un programa especial para el ciclo televisivo “MTV Unplugged”, convirtiéndose en la primera banda argentina y primera de habla hispana en sumarse al popular formato.

Un año más tarde, prácticamente cerrando su primer década de carrera, hicieron el disco “Rey Azúcar”, un trabajo donde “se dieron todos los gustos”, desde la producción a cargo de Tina Weymouth y Chris Franz (de Talking Heads) hasta la presencia de Debbie “Blondie” Harry, el ex-Clash Mick Jones y Big Youth.

Luego de llenar el teatro Monumental de Santiago de Chile, volvieron a tocar en Obras y se presentaron en el Palladium de Nueva York, iniciando una etapa de grandes recitales y giras internacionales. Al año siguiente tocaban en festivales como el histórico Plaza de Mayo o extremos como aquel en Suiza, donde compartieron escenario con Sex Pistols, Cypress Hill y Red Hot Chili Peppers.

La segunda década y la reunión

Los cambios musicales volvieron a dar un giro en el '97 con “Fabulosos Calavera”, cuando entró Ariel Minimal en guitarras y Flavio Cianciarulo se metió de lleno en el mundo del jazz-rock, con estructuras complejas y muchos cambios de ritmo dentro de una misma canción. Como invitados estuvieron nada menos que Rubén Blades y Mimi Maura.

Con este trabajo fueron la primera banda latina en ganar un Premio Grammy en la nueva categoría de Mejor Interpretación Rock/Alternativa.

Esta etapa se cerró con “La Marcha del Golazo Solitario”, donde estaban los hits “Vos sabés”, “La Vida”, “Los Condenaditos” y “C.J.”. En Argentina llenaron dos estadios Luna Park y hacen una gira que va de Chile a Estados Unidos.

La seguidilla de grandes shows culmina con dos volúmenes grabados en vivo (“Hola” y “Chau”) seguidos de unos conciertos experimentales. Fernando Albareda ya no formaría parte de la banda.

Las separación, o mejor dicho el período de pausa, ocurrió en 2002 y varios integrantes profundizaron sus carreras solistas u otros proyectos grupales.

Cuatro años después, la banda se reunió para grabar un tema en un disco tributo a Andrés Calamaro. Al año siguiente se juntaron en una radio pirata y tocaron 17 temas juntos, pavimentando el camino para un regreso triunfal: una gira continental en 2008 llamada “Satánico Pop Tour”, cuyo inicio quedó empañado por la temprana muerte del percusionista Gerardo “Totó” Rotblat.

Esta nueva instancia en su carrera, comenzó llenando dos Foro Sol en la capital mexicana, agotando dos estadios River Plate en Buenos Aires, tocando en grandes estadios de todo el continente, además de lanzar los discos “La luz del ritmo” y “El arte de la elegancia”, ambos con reversiones y temas nuevos. La gira tuvo alrededor de 70 shows, culminando con shows en Londres y Madrid.

Desde entonces, Los Fabulosos Cadillacs están juntos pero no todo el tiempo. Cada uno sigue con su actividad paralela y cada tanto se reúnen para un show puntual o una pequeña gira. Sin embargo, en 2016 iniciaron una etapa más intensa tras la edición de “La salvación de Solo y Juan”, una ópera-rock que presentaron en vivo con una larga gira internacional por Latinoamérica, Estados Unidos (incluso el Madison Square Garden) y Europa. Como nuevos integrantes, se sumaron los talentosos hijos de Vicentico (Florián) y Flavio (Astor).

Al año siguiente ese trabajo fue premiado con dos Grammy Latino, al Mejor Album de Rock y Mejor Canción de Rock.

Hoy, a casi 4 décadas del inicio de su carrera, lanzan la gira “El León del Ritmo”. Celebrando 30 años de su hit “Matador”, el tour planeado para 2023 y 2024, ya tiene una serie de conciertos agendados dentro de los que se destaca su participación el Coachella, el festival más importante de Estados Unidos y quizás, de todo el continente.

Hoy, los Cadillacs se mueven con total libertad en un medio acostumbrado a las presiones y competitividad. Tienen la tranquilidad necesaria para manejar los tiempos de sus proyectos solistas, y confirman con cada paso que tienen una importante base de seguidores de varias generaciones en diferentes países. Para algunos, son un clásico. Para otros, una leyenda. Así, con la popularidad y poder de convocatoria intactos, siguen adelante, escribiendo nuevas páginas de su fabulosa historia.